Para nadie es un secreto la difícil situación de todas las universidades venezolanas, y entre ellas, la de la Universidad de Oriente. En todos sus núcleos ha padecido por la escasez presupuestaria y los robos, todo lo cual ha conducido al debilitamiento e incluso a la paralización de muchas de sus áreas prácticas. Es por ello que reportar la activación de un espacio, por muy modesto que sea, es una gran noticia para el sector. De ahí que recibimos con agrado el inicio de operaciones del Laboratorio Húmedo de la Escuela de Ciencias Aplicadas del Mar, adscrito al campus Boca del Río de la Universidad de Oriente Núcleo Nueva Esparta.
Esta área fue concebida para la realización de actividades prácticas afines a la acuicultura, construida años atrás, pero nunca pudo ser dotada ni entrar en operación, hasta ahora. En este contexto, el Lcdo. Ernesto Mata se dio a la tarea de rehabilitar equipos, reunir accesorios, solicitar apoyos y conjugar voluntades para dar vida a ese espacio. No hablamos de una dotación con tecnología de vanguardia para las actividades acuícolas, más bien de una adecuación modesta, pero funcional, con base en puro corazón y pasión por la acuicultura. Entre los principales benefactores de esta rehabilitación se encuentran el Ministerio de Pesca y Acuicultura (MINPESCA), el Ministerio de Ciencia y Tecnología (MINCYT) y el Centro Nacional de Investigación en Pesca y Acuicultura (CENIPA).
El inicio de operaciones del Laboratorio Húmedo, cariñosamente apodado El Rancho, cuenta con varios proyectos, los cuales se materializan en tesis de grado para estudiantes de Biología Marina y Acuicultura y muchos otros en mente. Uno de los proyectos básicos es “Optimización del cultivo larval de Isostichopus badionotus y Lytechinus variegatus en Nueva Esparta como alternativas para el desarrollo sostenible en comunidades marino-costeras”.

Otro proyecto en ejecución es el cultivo de mysidáceos, pequeños crustáceos planctónicos que son usados en el cultivo de numerosas especies acuáticas. También se está trabajando con camarones marinos ornamentales del género Lysmata, con mucha potencial para la acuariofilia.

Un paso previo requerido para avanzar en todos estos proyectos fue contar con cepas diversas de microalgas como alimento inicial, contando por lo pronto con diatomeas de los géneros Chaetoceros y Thalassiosira,la clorofícea Tetraselmis chui y la microalga parda (Haptophyta) Isochrysis galbana.

Esperamos seguir oyendo de nuevos proyectos e investigaciones que surjan de este espacio, así como noticias alentadoras de esfuerzo denodado por el desarrollo de la acuicultura nacional.