En Silleda, Santiago de Compostela (Galicia, noroeste de España), se dieron cita los principales actores de la acuicultura europea. Entre el 23 y el 25 de marzo pasado, se llevó a cabo el evento denominado I Salón Internacional de la Industria Acuícola, más coloquialmente Aqua Future Spain´22. Esta iniciativa se desarrolló en esta primera edición, como respuesta a una necesidad del sector acuícola español en general, y gallego en particular, de conocer las innovaciones en productos y servicios para el sector.
Varios venezolanos participaron en este evento, Orlando Rodríguez, Beatríz Polanco, Daniel Arana y Eugenio García, los dos últimos directivos de la SVA. Estos destacados colegas se tomaron la molestia de contarnos algunas incidencias.
Estuvieron presentes empresas vinculadas a la alimentación, software, suministros para criaderos, procesamiento, equipos para calidad del agua, divulgación, instituciones académicas y gremiales, entre muchos otras. Bien sea en los 120 stands o en presentaciones planificadas, los expositores pudieron mostrar su portafolio de negocios. Marcas de mucho renombre como Hanna Instruments, Tepsa, Aker Biomarine, IMV, Fisa, Veolia, Akva Group, Delacon, Global Seafood Alliance, entre muchas otras, hicieron presencia en Silleda.
Además de la exposición de productos, se efectuaron varias mesas de trabajo de gran interés, tocando aspectos como sostenibilidad, innovación, optimización de procesos, regulaciones. No podía faltar el toque gastronómico, con varios showcookings que mostraron la preparación de deliciosos platos, tanto tradicionales como contemporáneos, basados en productos de la acuicultura.
Al cierre del evento, los organizadores reportaron más de 2.000 visitantes profesionales y 152 empresas expositoras de 23 países. Obviamente, traspasó las fronteras españolas e incluso europeas. Nada mal para un evento primerizo, aunque muchas compañías aspiraban una mayor asistencia de público interesado.
En general, el evento tuvo un carácter más comercial que académico. La malacocultura, más que otras manifestaciones acuícolas, fue la actividad que recibió más atención.
El éxito del evento puede sopesarse cuando caemos en cuenta que los organizadores debieron expandir el área de exposición en cuatro oportunidades (hasta 11.000 m2) para dar respuesta al interés creciente de empresas vinculadas a la acuicultura. Ya está anunciada una segunda edición del evento para 2023. Esperemos que sea tan o más exitosa y que podamos beneficiarnos de las innovaciones que en él se exhiban.