Complejo piscícola instalado en la Región Metropolitana de Curitiba cuenta con 14 tanques y sistema de recirculación de agua
Cuando el año pasado anunció a sus amigos o posibles socios comerciales que comenzaría a criar peces en su granja en el municipio de Piraquara, en el corazón de la Región Metropolitana de Curitiba (RMC), el abogado Édson Henrique do Amaral escuchó risas o respuestas burlonas. No es para menos, reconocida por sus bajas temperaturas, la región es considerada incompatible con la piscicultura convencional.
Sin embargo, con base en muchos estudios, el productor inició la actividad: instaló tanques que se asemejan a grandes piscinas circulares con capacidad para producir 10.000 kilogramos de peces vivos por mes. Para solucionar el problema del frío recurrió a un invernadero, que ayuda a mantener la temperatura bajo control. Además, todo el sistema es sostenible, mantenido con energía solar y recirculación de agua.
“Algunos me llaman loco, imprudente. Otros, visionario, audaz. Veo la piscicultura en la Región Metropolitana de Curitiba como una gran oportunidad”, dice Amaral, quien dirige el negocio con su esposa, Milene Melo Amaral. “Con este sistema con invernadero, nuestra idea es tener pescado todo el año, incluso en las épocas más frías, de junio a septiembre. Tendremos suministro continuo”,
Inaugurado hace cuatro meses, el complejo piscícola está compuesto por 14 tanques con geomembrana (un compuesto plástico, flexible e impermeable) distribuidos bajo un invernadero de 2.500 metros cuadrados. Además, existen 10 tanques de agua que funcionan como viveros, donde los alevines permanecen en cuarentena, en observación y recibiendo una ración especial de alimento con 45% de proteína. La mayor parte de la estructura está dedicada a la producción de tilapia, el buque insignia de la piscicultura en Paraná. Por ahora hay 8 mil unidades en cultivo, que serán cosechadas a los seis meses, con un peso entre 800 gramos y un kilo.
Pero el productor ya está apostando por otras especies. Recientemente, pasó a cultivar mil arapaimas, traídas de Espírito Santo. Amaral también mantiene un tanque experimental con cachama, dorados y pacus. En otro frente, el piscicultor se prepara para comenzar a producir camarones gigantes de Malasia. Las 6 mil larvas serán cultivadas en los mismos tanques de tilapia, en forma intercalada. La expectativa es que la utilidad generada por la comercialización de crustáceos cubra el costo total de alimentación de todo el complejo.
“Los camarones viven en el fondo. Las tilapias, en cambio, se encuentran en la mitad superior del tanque. Entonces, este cultivo híbrido es posible, optimizando nuestra estructura”, apunta Amaral. “Los arapaima, en cambio, ganan un kilo al mes. Con 12 kilos, se venden a R$ 500. Es un buen negocio”, agrega.
Otro aspecto relacionado con la optimización del espacio es que los tanques suspendidos son, por sí mismos, super intensivos. Mientras que en una laguna excavada es posible criar un kilogramo de pescado por metro cúbico de agua, en el modelo adoptado por Amaral la densidad es 20 veces mayor, de 20 a 30 kilogramos por metro cúbico. “Para producir la cantidad de peces que tenemos en lagunas excavadas, necesitaríamos 15.000 metros cuadrados de espejo de agua. Con los tanques suspendidos, cualquier persona que tenga un patio en su finca puede adoptar y tener un ingreso razonable”, enfatiza el piscicultor.
Sustentabilidad
Otro punto a destacar es la sostenibilidad del proyecto. El agua, alrededor de 1,3 millones de litros, proviene de pozos artesianos y cuevas. El complejo está dotado de un sistema de recirculación, el agua que pasa por los tanques se dirige a una especie de centro de tratamiento, instalado junto al invernadero y correspondiente a tanques excavados en niveles, con un sistema de filtración natural. Allí, los desechos animales se depositan e, impulsados por diez motores, el agua regresa a los estanques de peces. Además, los difusores de oxígeno mantienen condiciones favorables para la fauna acuática.
“Esta agua estará recirculando en el sistema por lo menos durante cuatro años. Recién después de eso tendremos que reemplazarlo”, explica Amaral. “Nuestro sistema es totalmente ecológico y sostenible. No utilizamos agua de río, esta agua no se vierte a la naturaleza. Y todo ello, alimentado con energía solar”, apunta.
La pareja también invirtió en energía renovable. Los 66 paneles fotovoltaicos instalados generan ahorros de R$ 7.000 en la factura de electricidad de la propiedad.
Comercialización
La estrategia de Amaral es audaz: cubrir toda la cadena, incluyendo la comercialización y distribución del producto. Por un lado, la intención es abastecer de pescado directamente a las pesquerías de la RMC, que hoy traen los animales del Oeste de Paraná.
Al mismo tiempo, tiene en la mira la venta de almuerzos escolares y ferias de pescado, que deberían lanzarse a finales de este año en los municipios de la Gran Curitiba. Además, el ganadero firmó una sociedad con una frigorífica de Bocaiúva do Sul, municipio también de la RMC. La empresa sacrificará el pescado y, a cambio, se quedará con la piel y vísceras, que se transformarán en harina y aceite.
“Curitiba y la región tienen un gran mercado de consumo. Todo este producto consumido proviene de la región Oeste y necesita atravesar el Estado. Aquí tendremos la oferta, en escala y en calidad, eliminando prácticamente el costo logístico”, destaca Amaral. “Paraná ya es el mayor productor de tilapia del país. Nosotros, con este sistema de tanques suspendidos bajo techo, queremos ser una semillita más dentro de este gran proyecto de Estado”, define.
La piscicultura ya es una de las actividades agropecuarias consolidadas en Paraná. Tanto es así que el estado es líder en el ranking nacional de peces de cultivo. La producción estatal, impulsada por la tilapia, superó las 188 mil toneladas en 2021, una participación del 22% del total nacional. El crecimiento fue del 9,3% en comparación con 2020, según la Asociación Brasileña de Piscicultura (PeixeBR). El segundo lugar del ranking lo ocupa São Paulo, con 81,6 mil toneladas producidas el año pasado.
Para ayudar a los productores involucrados en la actividad y contribuir al crecimiento de la actividad, el SENAR-PR ofrece, de forma gratuita y con certificado, el curso “Piscicultura, sistema de cultivo”. La capacitación cubre contenidos como la legislación involucrada antes de la instalación, los procesos para monitorear la calidad del agua, biometría de los peces, la recolección, el sacrificio y la comercialización.
Este artículo fue publicado originalmente por SISTEMA FAEP el 4 de abril de 2022. Puede acceder al articulo original en el siguiente enlace: https://www.sistemafaep.org.br/produtor-aposta-em-cultivo-de-peixes-indoor-no-parana/