Editorial:
GENÉTICA EN ACUICULTURA
El avance de la acuicultura se ha producido en cuestión de algunas décadas, de manera muy reciente si comparamos con otras disciplinas zootécnicas y agropecuarias netamente terrestres, como la cría de aves, cerdos, bovinos, caprinos, entre una larga lista de rubros. Ese desfase ha permitido que estas actividades más tradicionales nutran o tributen a la acuicultura de diversas formas, pero es en el área genética donde probablemente se ha producido la mayor aportación. Los programas genéticos que se han desarrollado en otros circuitos agropecuarios han servido de precursores para la Acuicultura.
La genética es una ciencia derivada de la biología que atiende la herencia, la variación entre los organismos vivos y sus mecanismos inherentes. Desde hace siglos se han venido desarrollando prácticas orientadas a mejorar los desempeños de las especies sometidas a cultivo, muchas de las cuales pudieran agruparse en la genética de poblaciones. Ahí tenemos aspectos clave como la adaptación de ejemplares ferales a condiciones de cultivo (domesticación), cruce entre especies diferentes para procurar obtener ejemplares con ventajas sobre sus parentales (hibridación), incremento en el número de juegos de cromosomas de una especie para frenar la reproducción (poliploidía), transformación de las características fenotípicas de una especie para lucir como un sexo diferente al propio (reversión sexual), ganancia intergeneracional en el desempeño de líneas, desarrollo de cepas resistentes a condiciones hostiles y la selección de padrotes con criterios individuales o familiares, por citar sólo algunos. Las anteriores técnicas han sido claves para posibilitar ese rápido desarrollo que la acuicultura ha experimentado. Por supuesto que no de manera exclusiva, ya que también se ha apalancado en avances en otras temáticas como progresos en ingredientes para una mejor nutrición, mayor conocimiento de la fisiología de las especies, establecimiento de alternativas para prevención de patologías, herramientas para la intensificación, y muchas más.
Hoy en día, los avances en genética están a la orden del día, sobretodo en el plano molecular. Sorprende constantemente el surgimiento de nuevos métodos, procesos o técnicas aplicables a la acuicultura para optimizar procesos. Ya hablamos de marcadores moleculares, secuenciación de genomas, identificación de genes candidatos y modificación de genes específicos (genómica). Como ejemplo, hay adelantos tangibles en la esterilización de salmónidos, reduciendo el problema asociado con el escape de ejemplares, gracias a la edición genética (CRISPR). También cabe mencionar progresos en la detección temprana de patógenos, lo cual reduce significativamente los riesgos de enfermedades, o en la determinación sexual de ejemplares a nivel larval, que facilitan enormemente las operaciones acuícolas.
Esta revisión, poco exhaustiva, solo pretende evidenciar lo muy valioso que resulta la genética para la Acuicultura. Desde la SVA vemos con profunda reverencia y esperanza a los académicos que constantemente aplican sus conocimientos y esfuerzos en pro del desarrollo y aplicación de herramientas genéticas en la Acuicultura. Algunos miembros de nuestra comunidad, como los Dres. Marcela Salazar y Marcos de Donato, son verdaderas luminarias en este campo y nos han apoyado con valiosas ponencias sobre estas interesantes temáticas que están disponibles en nuestro canal de YouTube y en plataformas hermana s como la del FIRMA, respectivamente. Estamos seguros que seguiremos viendo adelantos en este campo que fortalecerán.