De manera reciente se llevó a cabo un estudio científico motivado a estudiar la distribución y abundancia de la avifauna acuática en Venezuela, información relevante para determinar las estrategias para su conservación. El mismo fue llevado a cabo por investigadores de muy diversas instituciones nacionales, para poder cubrir lo vasto del territorio y nutrirse con un carácter multidisciplinario. Este valioso esfuerzo académico logró abarcar 32 localidades representativas de la geografía nacional. Una tarea realmente retadora, la cual fue posible gracias a la coordinación logística de recursos y voluntarios, realizada por la Unión Venezolana de Ornitólogos, siguiendo la metodología de Wetlands International. Cabe destacar que ese esfuerzo se realiza anualmente para hacer un seguimiento de este importante segmento faunístico.
Como resultado, se pudieron registrar 118.575 individuos (aves), que se corresponden con 81 especies diferentes, 48 residentes en el país y el resto con carácter migratorio hacia o desde otras regiones, como la austral, intertropical o boreal. El valor de la riqueza específica fue intermedio entre los censos de años anteriores, a pesar de la reducción significativa en el número de voluntarios y localidades muestreadas.
De este trabajo se sacan interesantes conclusiones vinculadas a la camaronicultura, aunque no se indiquen expresamente en el documento. En primer lugar, se evidencia que las propias unidades de producción acuícola tienen la voluntad de abrir sus espacios al sector académico y también pueden apoyar activamente la actividad, como quedó plasmado en los voluntarios que sumó a la iniciativa, destacando entre ellos a Luis García y José Ferrebuz, incluido este último entre los coautores del estudio.
Por otra parte, la granja camaronera INMARLACA, ubicada en Potrerito, estado Zulia, resalta como una de las localidades de mayor riqueza, con 31 especies observadas en febrero. Esta observación contrasta con la visión de algunos sectores académicos donde se percibe la actividad acuícola como una amenaza para la diversidad de los humedales. En este caso, la propia granja actúa como un humedal, particularmente sus canales de descarga y zonas de recolección de efluentes, brindando refugio y alimento a una importante comunidad biológica, donde destaca la avifauna. Conscientes de ello, sin imposición de las autoridades ambientales, en INMARLACA han destinado un área importante para la protección de la fauna silvestre, a sabiendas que cuidando el ambiente nos cuidamos todos.
Congratulaciones a la Unión Venezolana de Ornitólogos, por su constante interés y esfuerzo en proteger nuestra valiosa diversidad y a INMARLACA y el Grupo LAMAR, socios de la SVA y por su empeño en demostrar que es posible realizar una camaronicultura responsable con el ambiente.
Pueden descargar el estudio en el portal de la revista (https://uvovenezuela.org/rvo-diciembre-2023/) o en la plataforma de la Biól. Cristina Sainz-Borgo, coordinadora del proyecto (https://www.researchgate.net/publication/376411851_Censo_Neotropical_de_Aves_Acuaticas_en_Venezuela_2022/download).