El éxito de una granja camaronera, como en cualquier otro agronegocio, consiste en su capacidad para producir biomasa a un costo menor que su precio de venta. Para los camarones, la biomasa producida será igual al valor agregado del peso individual de cada camarón. Dado que la producción consta de miles o millones de organismos, no es eficiente pesar y agregar cada camarón individual producido; en cambio, los acuicultores usan valores promedio de peso y supervivencia para estimar la biomasa en un estanque. Esta estimación es clave para todas las decisiones que se toman en una granja, desde la tasa de alimentación hasta el momento de la cosecha, pasando por los diferentes insumos necesarios para la producción.
A diferencia de otras producciones agrícolas o animales, la acuicultura se lleva a cabo en el agua y la manipulación constante de los organismos tiende a tener efectos perjudiciales en su supervivencia debido al aumento del estrés y posibles daños en la piel o, en el caso de los camarones, en el exoesqueleto. Por lo tanto, estimar la biomasa de los camarones puede ser difícil.
Estimación clásica
El sistema más utilizado para estimar la población en un tanque proviene de las ciencias ecológicas y la estadística. En esta técnica, los productores utilizan una red con un área conocida; la tiran un cierto número de veces en diferentes partes de cada estanque y cuentan el número de animales obtenidos en cada lanzamiento. Luego, hacen un promedio de este conteo, y como conocen el área de la red, pueden deducir la densidad de camarones por m2. Una vez que tienen la densidad actual, se puede extrapolar el número multiplicando la densidad promedio por el área del estanque, obteniendo el número total de camarones por estanque.
Aunque la teoría detrás de esta técnica es sólida, también tiene ciertas condiciones que no se cumplen. La primera y más importante es que asumimos una distribución uniforme de los camarones, lo que significa que todos están distribuidos por igual en el fondo del estanque. Sabemos que esto no es cierto, los camarones se mueven alrededor del estanque y forman parches de presencia, con más camarones cerca de la orilla que en el centro del tanque, lo que lleva a nuestro segundo problema: el muestreo. Para que este método funcione, necesitamos tener una cantidad significativa de muestras aleatorias que cubran la mayoría de las diferentes áreas del estanque, lo que puede ser difícil, especialmente en estanques grandes, donde las muestras casi siempre se obtienen de los mismos muelles, lo que significa que el muestreo es en los mismo puntos, y casi siempre descuidando el centro del estanque.
En realidad, casi ningún productor tiene tiempo para completar todos los requisitos para que las muestras de datos sean significativas, y aun así, la mayoría de las veces, pueden estimar la población en el estanque con bastante precisión, casi siempre con cierto error, pero eso es un hecho para todas las técnicas de estimación.
Debido al costo, la eficiencia y la confiabilidad, esta técnica sigue siendo el método número uno utilizado para estimar la población de camarones en un estanque.
Modelo Matemático
Otra forma de estimar el número de organismos en un estanque es mediante el uso de modelos matemáticos. En realidad, este método es complementario al enfoque clásico ya que necesita una base de puntos de datos para poder obtener los parámetros que determinarán la forma de la curva de supervivencia. La ventaja de este método es doble. Primero, si la granja va a utilizar los mismos métodos de producción (mismo sistema, misma densidad, etc.) los parámetros solo se deben obtener una vez, lo que significa que solo se necesita muestrear toda la producción una vez y el siguiente ciclo siguen el mismo patrón asumiendo que las condiciones son similares.
La segunda y más importante ventaja de este método es la posibilidad de pronosticar la producción. Dado que tenemos los parámetros de cómo esperamos que se comporte la población durante todo el ciclo de producción, podemos pronosticar la supervivencia en el tiempo, lo que nos ayudará a estimar nuestra biomasa esperada, lo que facilitará la toma de decisiones. Con esta información, podemos saber cuándo tendremos la biomasa más alta, cuánto alimento debemos dar en diferentes puntos de producción y cuándo es mejor cosechar nuestros camarones.
La desventaja de este método es que depende completamente de la calidad de los datos. Si los datos obtenidos durante el muestreo son defectuosos, el modelo también lo será, lo que significa que el modelo es tan bueno como los datos recopilados.
El uso de las tecnologías de la información
El camarón no es la única producción acuícola que presenta problemas de estimación; lo mismo ocurre con otras especies significativas como el salmón o la tilapia. Una de las primeras ideas desarrolladas dentro de las tecnologías de la información para hacer frente a estos problemas es el uso de detección de imágenes para contar y medir organismos. Esta solución ha sido muy eficaz en el caso del salmón; en el caso del camarón, se ha aplicado a producciones en pequeños espacios confinados y, lo que es más importante, en sistemas de recirculación o de agua clara y para conteo de postlarvas en pequeños volúmenes. El problema con la detección de imágenes en la mayoría de los estanques de camarones es el hecho de que el agua utilizada es extremadamente turbia, lo que hace que las cámaras sean inútiles.
Al ver este problema, los investigadores observaron más de cerca la etiología de los camarones. Detectaron que los camarones producían un ruido específico cuando comían, por lo que en lugar de usar cámaras, instalaron micrófonos. La detección de las ondas de longitud diferenciada distinguidas durante la producción ayudó a desarrollar dos tecnologías interesantes: una que permitía al criador saber si el camarón estaba comiendo, lo que condujo a la optimización de las tasas de alimentación, y otra, aún en desarrollo, que utiliza los ruidos percibidos para correlacionar con el número de camarones, permitiendo estimar la biomasa en el estanque. En otras palabras, los ruidos detectados en un estanque pueden usarse para estimar la cantidad de camarones en él.
Al final, estas técnicas utilizan modelos matemáticos; la diferencia está en la toma de datos (al automatizarla, reducimos el error humano y aumentamos el número de puntos de datos obtenidos por unidad de tiempo), las funciones del modelo, y que es la computadora la que va a hacer todo el trabajo, parametrizaciones y estimaciones, reduciendo la brecha que separa al productor de la complejidad de los modelos.
Otro desarrollo potencialmente significativo dentro de las tecnologías de la información proviene del uso del sonar para detectar camarones. Esta tecnología no es nueva; el sonar se ha utilizado desde la primera guerra mundial para detectar submarinos. El sonar también se ha utilizado ampliamente en la pesca para buscar bancos de peces u otras poblaciones potencialmente explotables. La novedad aquí proviene de su uso en aguas poco profundas, espacios pequeños y desafiantes (como un estanque) y en la detección específica de camarones. Como contrapartida, esta tecnología permite conocer la biomasa pero no da información granular; por lo tanto, en este momento, no puede especificar el número de camarones y su peso individual, lo que podría afectar las funciones de ganancia ya que los precios del camarón no siguen un comportamiento lineal, sino que dependen del tamaño individual de cada camarón.
Se han realizado esfuerzos para poner en el mercado nuevos equipos con capacidad de perdurar en el ambiente de un estanque, obteniendo lecturas continuas de biomasa mediante tecnología de sonar; estas lecturas permiten la parametrización de modelos matemáticos, lo que puede ayudar a mejorar la gestión de la granja.
Aunque prometedoras, las tecnologías de la información para estimar la presencia de camarones en un estanque aún se encuentran en sus primeras etapas. El uso del reconocimiento de imágenes es, por ahora, el más desarrollado, pero solo sirve a un pequeño número de acuicultores.
Como podemos ver, se ha hecho un esfuerzo significativo para desarrollar nuevos métodos para determinar el número de organismos en un estanque de camarones, y es por una buena razón, la estimación del número de camarones junto con la estimación del peso nos darán lo que en la economía se conoce como una función de producción, que es el núcleo de todos los métodos de optimización y una de las mejores herramientas que existen para optimizar nuestra producción y apuntar al objetivo de cualquier granja comercial: maximizar las ganancias.
Puede acceder a la versión original a través del siguiente enlace: https://blogs.intelligon.com/2022/06/14/estimating-biomass-how-many-shrimp-are-in-my-pond/