SEASPIRACY, BUSCANDO LA VERDAD
En la plataforma televisiva de Netflix, una de las más recientes producciones ha sido el documental titulado Seaspiracy, dirigido por el cineasta Ali Tabrizi. Como amantes de la naturaleza y dado el carácter netamente acuático de nuestra pasión, la acuicultura, es ineludible la necesidad de apreciar una película destinada al mar y nos dispusimos a verla. A continuación, les traemos un extracto de nuestras impresiones sobre la misma.
Los primeros minutos nos llevan a una inmediata conexión con el director. Su pasión por el mar, la vida marina, la ecología y el deseo de contribuir con el bien común son valores que compartimos plenamente. Más esa conexión duró poco. A medida que abordaba temas complejos, notamos como se hacía un manejo distorsionado, incluso casi superficial, de temas muy trascendentes. De seguido revisaremos la narrativa de esta producción cinematográfica más en detalle.
Las denuncias sobre la exagerada contaminación de basura en ambientes oceánicos, la abundancia de microplásticos, la matanza de cetáceos (ballenas y delfines), la pesca indiscriminada de elasmobranquios (tiburones y rayas) son temas ambientales legí t imos , los cuales nos causan gran preocupación a los amantes de la naturaleza, aunque deberían inquietarnos a todos por sus mayúsculas implicaciones ecológicas. Hasta este punto, estamos perfectamente identificados con el espíritu de esta producción cinematográfica.
Sin embargo, al estudiar las causas de estos temas no siempre se acierta. Y la solución a tales problemas no puede ser simplemente prohibir la pesca, como claramente se indica. Muchas
práct icas pesqueras requieren ser más reguladas, o simplemente prohibidas, pero la pesca es una actividad fundamental para el ser humano, con profundas impl icaciones culturales, sociales y económicas que no pueden borrarse de un plumazo.
Continúa en la editorial de la revista…