Editorial:
MERCADOS EN ACUICULTUIRA
Hemos atestiguado como la acuicultura ha venido creciendo de manera vertiginosa a nivel global. Ninguna de las disciplinas agropecuarias, de hecho, muy pocas actividades productivas, han mostrado semejante capacidad de crecimiento en las décadas recientes. Hemos venido cubriendo como avances en biotecnología, genética, nutrición, fisiología, microbiología, inmunología, entre muchas otras ciencias básicas y aplicadas, así como innovaciones tecnológicas (tanto en dispositivos como en manejo), han tenido un rol preponderante y hecho posible este desarrollo.
Pero ante la expansión de la producción a niveles máximos históricos en algunos rubros, como es el caso del camarón, se ha producido paralelamente un descalabro de los precios que está amenazando a la propia industria acuícola. Tenemos a Ecuador como un caso emblemático; el año pasado incrementaron su producción alrededor de un 20 %, pero sus ingresos cayeron algo así como un 8 %. Pero fijando la mirada más en retrospectiva, vemos como en apenas diez años pasaron de 400.000 tm en 2013 a más de 1.200.000 tm en 2023, una verdadera proeza, consolidándose como el mayor productor global. Todo ello ha generado una subida de inventarios de este rubro que finalmente condujo a la baja de los precios a mínimos históricos.
Toda la emergencia sanitaria reciente de la pandemia también puso su cuota de incertidumbre y dificultad, tanto por la disminución de la demanda por priorización de gastos como por incremento de costos. Y en un escenario de incrementos de todos los costos, la bajada de los precios adquiere ribetes dramáticos.
Y el fenómeno no es exclusivo del camarón. Aunque a niveles menos impactantes, esta perniciosa combinación (alza de producción – caída de precios) se ha presentado en otros rubros, como el del salmón, durante el período transcurrido entre 1980 y 2000.
Esta es una simplificación del asunto, por supuesto, el cual tiene muchas aristas, pero es un ejercicio válido que nos permite adelantar algunas necesarias conclusiones. Una rápida lectura del tema nos permite concluir que hemos estado muy concentrados en aumentar la producción de nuestros rubros acuícolas, cosa muy loable, pero hemos descuidado abordar con igual intensidad toda la dinámica del mercado. Ha llegado el momento en que el mercadeo de nuestros productos adquiera un rol protagónico.
Por el contrario, circuitos acuícolas que han crecido más conservadoramente, o que han abordado con intensidad las consideraciones del mercado, como el de la tilapia, han mantenido una banda saludable de precios, incluso con una tendencia alcista.
Consideraciones como a quien vender nuestro producto, cómo procesarlo, o qué valor agregado darle, entre muchas otras vinculadas al mercado, surgen patentes como interrogantes a abordar y resolver urgentemente, de manera creativa, pero realista, para el mantenimiento de la salud económica de los circuitos acuícolas. Más allá de eso, en ocasiones vale preguntarnos ¿Es conveniente expandir nuestra producción? Éstas y muchas otras preguntas deben tener variadas respuestas, en ocasiones opuestas, dependiendo de las especificidades de cada circuito acuícola, pero deben ser formuladas y respondidas honestamente en cada caso.
Desde la SVA hacemos un llamado a tomar conciencia de la importancia de este ítem y dar más relevancia a la variable planificación de los mercados para nuestros productos de la acuicultura.
Eduardo Castillo
Presidente de la SVA