La acuicultura es uno de los sistemas de producción de alimentos más complejos. Todas las decisiones tomadas por el acuicultor en todos los diferentes niveles de la organización de una finca pueden tener un impacto significativo en la rentabilidad de la finca; un par de malas decisiones pueden conducir a una catástrofe. El manejo incorrecto de la calidad del agua, las medidas de bioseguridad inadecuadas o la selección y aplicación incorrectas de alimentos pueden llevar a un emprendimiento acuícola a números rojos.
En la acuicultura del camarón, especialmente en estanques y sistemas de biofloc, el problema se intensifica. No sólo no podemos ver los organismos cultivados por las características del agua y el tamaño de los estanques, sino que el mercado tiene diferentes precios para diferentes tamaños de camarones, por lo que la decisión de cuándo cosechar se vuelve aún más importante.
Por lo general, los acuicultores tienden a favorecer la producción de camarones grandes y la maximización de la biomasa, ya que esto significaría precios más altos por unidad y más ingresos por el aumento de la biomasa, pero ésta no siempre es la respuesta que optimiza las ganancias, ya que es en las últimas semanas de producción cuando los costos se intensifican.
Entonces la pregunta es: ¿qué debo hacer como productor? ¿Debo apuntar a camarones grandes o pequeños? La respuesta depende principalmente de dos factores: la biología y la economía.
Aspectos biológicos
La respuesta a la maximización de beneficios podría no ser tan sencilla una vez que introducimos los factores biológicos de la producción, que podemos resumir en crecimiento y sobrevivencia. Comencemos con el crecimiento.
Entendemos por crecimiento o, más específicamente, tasa de crecimiento, la ganancia de peso de los organismos criados durante un período de tiempo determinado, siendo la más común en acuicultura de camarón la ganancia en gramos por semana o por día. Existe la idea errónea de que los camarones crecen 1 gramo por semana, depende mucho, no solo de las características del agua, la genética y la densidad, sino también de la etapa de producción. La razón por la que esto sucede es que el crecimiento no sigue un patrón lineal durante la vida del camarón; en cambio, sigue algo similar a un crecimiento logístico (Figura 1). Hay un peso máximo alcanzable para los camarones, y cuanto más se acercan a él, más lento crecen y más alimento necesitamos para aumentar dicho peso.
En otras palabras, si durante las etapas iniciales de crecimiento solo necesito 1 gramo de alimento para que los camarones crezcan 1 gramo (o incluso más), durante las etapas finales probablemente necesite 2 o más gramos de alimento por gramo de peso ganado, es decir, cuanto más grande es el camarón, mayor es la tasa de conversión alimenticia (TCA). Entonces, si tenemos la intención de criar camarones grandes, debemos estar preparados para 1) producir en bajas densidades y durante un largo período de tiempo y/o 2) dar una gran cantidad de alimento.
Además del crecimiento, la sobrevivencia es el segundo aspecto biológico más importante de la producción a tener en cuenta. Recordemos que, aunque mantengamos los parámetros de calidad del agua en un nivel óptimo, tengamos altas medidas de bioseguridad y control en nuestros tanques, debemos esperar mortalidad natural. Una vez más, los estanques grandes y de poca visibilidad hacen que sea extremadamente difícil estimar con precisión el número total de camarones que hay en ellos. La mayoría de las tecnologías existentes actualmente para este fin se han desarrollado para sistemas de agua clara mediante el uso de cámaras sumergibles, por ejemplo.
Como ocurre con el crecimiento, la sobrevivencia no sigue una progresión lineal en el tiempo; sigue una forma exponencial negativa, lo que significa que la mortalidad es mayor durante los primeros momentos de producción, y luego se ralentiza siguiendo la curva exponencial negativa (Figura 2).
La mortalidad tendrá un impacto en la densidad. Una alta mortalidad significa densidades más pequeñas y, por lo tanto, tasas de crecimiento más altas. Por regla general, si el productor opta por producciones hiperintensivas, cosechará langostinos de menor tamaño, mientras que un productor extensivo tiende a cosechar langostinos de gran tamaño.
Estos aspectos biológicos de la producción tienen un impacto significativo en la biomasa final cosechada, pero la respuesta a nuestra pregunta está fuertemente influenciada por la economía.
El segundo aspecto económico a considerar es el precio. Cuanto más grande es el camarón, mayor es el precio, no solo por la biomasa total sino siguiendo una estructura de calibre. Por lo tanto, si produces camarones más pequeños, el precio por kg será más bajo que el que se puede lograr si produces camarones más grandes. Si bien esta afirmación es cierta, la diferencia entre precios no siempre es la misma; lo dicta el mercado. Puede haber temporadas y zonas donde el mercado prefiera camarones más pequeños, aumentando la demanda y por ende aumentando los precios de ese tipo de producto, y puede haber otros momentos y lugares donde se intercambien estas preferencias.
La tercera consideración económica es un poco más abstracta que las dos anteriores y es el valor del dinero en el tiempo, que en este caso se puede describir como un costo de capital. En términos simples, es el dinero que el productor no gana al invertir su dinero en otra alternativa (digamos, bonos bancarios), o el dinero que el productor pierde al invertir en el cultivo de camarón. Por ejemplo, si el granjero produce camarones pequeños, los mantendrá en el estanque durante tres o cuatro meses, mientras que producir camarones más grandes le llevará cinco o seis meses. La diferencia de dos meses entre camarones pequeños y grandes es una oportunidad para que el productor produzca más veces al año o invierta su dinero para obtener intereses durante ese período.
Entonces, para responder a nuestra pregunta original, debemos tener en cuenta todas las consideraciones descritas anteriormente, tanto biológicas como económicas. En resumen, los camarones más pequeños tienen una producción y un costo de capital más pequeños y un precio de venta más bajo; por otro lado, los camarones más grandes tienen mayores costos de producción y capital y mejores precios de mercado. La respuesta a cuál es mejor dependerá de todos los factores anteriores así como de algunas decisiones de manejo como la densidad de siembra y la infraestructura disponible.
Puede acceder a la versión original a través del siguiente enlace: https://blogs.intelligon.com/2022/08/02/large-vs-small-which-size-is-best-to-harvest/