Editorial:
¿HA LLEGADO EL TIEMPO DE LAS ALGAS?
En el último número de nuestra revista El Acuicultor, se publicó un artículo relatando el resurgimiento del cultivo de algas en Venezuela. Desde ese entonces, el discurso alrededor de las algas ha crecido significativamente en la palestra mundial. ¿La razón? La importancia de las algas marinas para los ecosistemas y la lucha contra el cambio climático.
Medios como el Boston Globe y el Washington Post han publicado artículos hablando de la importancia del kelp a nivel económico y del ecosistema. Líderes de opinión pública en las áreas de negocios, sostenibilidad y alimentos comparten y celebran los beneficios del secuestro de carbono por parte de las algas marinas. Y las grandes organizaciones de conservación buscan la manera de preservarlas y promover su utilidad alrededor del mundo.
Aun cuando el sector acuícola es el que posee el mayor conocimiento y experiencia sobre el cultivo de algas, no es la voz liderando las discusiones. Los medios de acuicultura producen la mayor cantidad de contenido con respecto al tema, pero el alcance está reducido a una audiencia de nicho. A diferencia de la agricultura, la acuicultura parece ser un sector que no llega al público general. Y cuando lo hace, es usualmente con noticias negativas. Esta desconexión se presta para incrementar la brecha de conocimiento y la imagen negativa que poseen muchas personas.
No es un secreto que las actividades acuícolas tuvieron efectos negativos en algunos ecosistemas en sus inicios. Sin embargo, esto ha ido quedando en el pasado a medida que la tecnología y los procesos de producción han avanzado. La acuicultura tiene el potencial de ser una de las fuentes de producción de proteína más sostenibles, pero es necesario quitar el velo que separa a la industria y el resto del mundo. Es imperante mejorar la imagen y promoverla a gran escala.
Y nunca existió un mejor momento que con el auge de las algas. A diferencia de otras especies, hay pocos incidentes negativos en el pasado y queda un futuro por construir. Esta es una gran oportunidad para tomar el liderazgo y mejorar las condiciones para la industria entera. El mundo, las necesidades del mercado y los consumidores están cambiando aceleradamente y nuestro futuro como industria depende de la capacidad de adaptación. La Sociedad Venezolana de Acuicultura está comprometida con el desarrollo sostenible no solo en Venezuela, sino en la región. Estamos convencidos que el intercambio de conocimiento nos beneficia a todos. A medida que los métodos de producción regenerativos ganan popularidad nos vemos en la necesidad de traerlos al primer plano y los invitamos a tenerlos muy en cuenta.
Es por esto que en este número hemos agregado dos artículos referentes al kelp, su resurgimiento, importancia y amenazas actuales. Se describe un método de negocios conocido como CSA en inglés. CSA es el acrónimo para “community supported agriculture” o agricultura asistida por la comunidad. A pesar de que no existe una sola definición, su función es crear relaciones directas entre el productor y el consumidor. En este caso, los consumidores compran partes o acciones de la cosecha programada y pagan por adelantado. A medida que los alimentos están listos, los productores entregan el producto a los participantes. De esta manera, el productor cuenta con mayor liquidez y los riesgos se dividen entre todas las partes. Subsecuente, se habla del riesgo de los bosques de Kelp en California y las estrategias para prevenir su destrucción.
Esperamos que este material pueda generar ideas y discusiones sobre los recursos ficológicos de la región o nuevas perspectivas de negocios. Esperamos que disfruten el contenido que traemos y juntos sigamos construyendo una industria más resiliente y moderna.
Eduardo Castillo
Presidente de la SVA